Moriré

Hasta el último de mis días sobre esta tierra, moriré muchas veces mucho. Espero.

¿Por qué he de morir tantas veces tanto?

Quizás para comprender.

¿Cuántas veces debe morir un hombre hasta entender su irreversible destino?

La terrible consecuencia de una vida sin Dios.

Moriré para entender el propósito que me acecha; conocer lo que mi vida espera de mi, para dar de mí lo que mi vida espera.

¿Quién debo ser?

Un hombre que ha muerto, para vivir la vida del que antes murió en mi lugar.

La vida es para morir muchas veces mucho, en cada vez abandonar malos hábitos, errores, delitos; ha de morir todo cuanto tenga que morir, pero terca humanidad que me hará volver a morir tantas veces.

¿Cuántas veces?

Qué se yo, posiblemente tantas como deba humillar, agachar mi cabeza, reconocer mis fallas, pedir perdón, perdonar; diría también que hasta 70 veces 7 que he de morir.

Ha de morir mi carne y he de morir al mundo; mi vileza ya no estará disponible a quien la pretenda, mi deseo no se enseñoreará de mí.

¿Por qué he de morir?

Para que el día de mi muerte, en vez de morir, alcance la vida perfecta.

Moriré a mí, para que en mí Cristo viva.