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a.C./d.C.

  • Foto del escritor: Navegante Literario
    Navegante Literario
  • 24 ago 2024
  • 2 Min. de lectura

¿Sabías que la historia está dividida por un acontecimiento clave? Antes y después de Cristo, quieras o no.



Pero no vengo a hablar de historia, al menos no de esa; mi historia está dividida por un acontecimiento clave, una fractura en mi vida.

Hubo un día en que ya no quise seguir, 9 años tenía; me fue llevando la desolación, la angustia, esa sensación de vacío, de desconsuelo que uno arrastra con los días.


La mentira era aquella que me insistía en lo que consideraba mi mejor forma de ayudar a la situación que estábamos transitando en ese momento.


Recuerdo con plenitud el momento en que decidí respirar una última vez. Sentí como me llenaba el aire y qué bien se sentía vivir, aunque ya no podía hacerlo por el "bien de quienes me rodeaban".


No podía fallar, la cuchilla tenía buen filo y si estaba la posibilidad de que pudieran salvarme sólo iba a generar más problemas, en lugar de dejar una solución iba a dejar una carga más. Debía ser preciso.


Me decidí, recuerdo haber apoyado el filo de la hoja, lo siento. En ese momento, yo estaba solo, oí una voz de pronto... Me dijo "YO TE AMO"... No hizo falta nada más.


Fue un segundo, entendí que a pesar de las circunstancias que pudiéramos pasar, lo más importante era tenernos entre nosotros, amarnos.


Que acababa de morir mi papá, eran inútiles todas las cuentas hechas si al final la pensión no iba a rendir mejor si mi "solución" amplificaba la desolación actual.


Que lo más importante en la vida y por lo que vivimos es el AMOR.


¿Qué fue lo que pasó?


Que renuncié a mi vida, la desprecié por egoísmo, la deseché, o intenté hacerlo. Un día dije "Ya no quiero vivir, adiós", y cuando estaba por arrojar mi vida al vacío, Dios se acercó y me dijo que si yo no la quería se la diera a Él.


Me dijo que si yo ya no le veía valor, se la entregara para que Él pudiera darle valor. Si para mi ya no valía, me pidió que se le diera a Él entonces, que lo deje demostrarme que todavía puede servir.


Un día me cansé, tiré mi vida, y Dios me pidió que se la diera a Él con una oportunidad para hacer algo nuevo, para demostrarme que valía. Asentí, se la entregué... La dejé en sus manos.


Y acá estoy, no se a cuantos habré dañado, a cuantos ayudé, pero puedo compartir una situación:


Mi vida en mis manos: Encuentran a niño de 9 años degollado en su propia casa.


Mi vida en las manos de Dios: No podría describir en pocas palabras todo lo que he logrado hasta ahora. Y lo que falta.


Un antes y después de Cristo es todo lo que una vida necesita.

 
 
 

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