Música del cielo
- Navegante Literario
- 9 may
- 1 Min. de lectura
¿Alguna vez te pasó de poner música estando triste o alegre y que esa misma música no solo acompañe, sino que potencia tu estado anímico?

La música muchas veces te levanta, pero primero te hunde, te rompe en pedazos, te desarme y recompone.
Muchas veces las situaciones difíciles o la desconexión con todo nuestro entorno se concentra en esa playlist de emergencia que tenés guardada para los días más complicados.
La música acaba siendo mejor amiga o salvavidas en más de una ocasión.
¿Cómo no iba a ser así? Si la música es quizá una de las muy pocas que tenemos en este mundo que existen desde antes de la creación del universo.
Si los ángeles hacían música delante del trono de Dios mucho antes de la existencia misma.
¿Cuántas veces te habrá hablado Dios, incluso sin que te des cuenta, a través de una canción; ya sea letra, melodía o armonía?
Si la música acaba siendo uno de los medios de conexión más directa y sensible que tenemos con las fibras más profundas de nuestro ser y un canal indubitable para conectar con Dios con nuestra adoración.
Si la música existía en el cielo mucho antes de que el hombre fuera tan solo un proyecto, y cuando fuimos creados se nos otorgó como un regalo de pureza para comunicarnos independientemente del idioma, color o nación.
La música fue uno de los primeros regalos de Dios, y es un medio excelente para conectar con Él a través de la obediencia.
Y si no sabés en qué refugiarte hoy, te dejo una recomendación:
Commentaires