Despreciado
- Navegante Literario
- 26 mar 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 mar 2024
Estábamos en clase, la propuesta era simple: una pregunta; tan solo una.

Supongamos que somos una agencia de publicidad, les pongo una manzana sobre la mesa y les pido que hagan un anuncio con ella.
Pueden sacarle fotos, filmar, ponerle un fondo, una base, decorarla; lo que quieran.
Pero, cuando la agarran se dan cuenta que de un lado está mordida. La pregunta es la siguiente: ¿Cuál lado usan para que se vea en el anuncio, el sano o el mordido?
Quince en clase, 14 dijeron "la sana", desde el fondo se escuchó una única voz, la única que dijo "depende, porque podría usarlo del lado mordido también".
¡Eso! -dije- esa es la salida creativa que buscamos, así es como debemos pensar, tal vez simplemente el lado mordido y con una frase que diga algo como "Teníamos que hacer el anuncio, pero fue irresistible de probar". ¿Por qué? Porque para sacarle del lado sano, eso lo hace cualquiera, para eso nadie nos necesita; el mismo verdulero la pobre sobre un estante y le toma una fotografía con su celular, la pone un filtro y la publica.
Ustedes -dije nuevamente- están para eso, para hacer lo que no haría cualquiera; y les aseguro que este anuncio vende 10 veces más que el primero, con la manzana sana.
Había estado toda la semana pensando en esa alegoría, repitiendola una y otra vez en mi cabeza; ahora que finalmente la había compartido con ellos, volviendo a mi casa Dios me habló:
Yo uso el lado mordido, el que nadie más usaría. Por eso te despreciaron tanto, tantos, tantas veces, te rechazaron, te olvidaron; no te quisieron, no te aprovecharon, pero yo te quiero y con vos voy a hacer 10 veces más. Cuando nadie supo qué más hacer con vos, cuando eras un caso perdido, yo ya tenía un plan.
Y me sentí feliz de ser un idiota, demasiado cristiano para los inconversos, demasiado inconversos para los cristianos; como dice un meme.
Y de mi creermela, porque entonces seguramente estaría aún en sala de espera.
Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada.
1 Corintios 1:27-28 TLA
Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.
Salmo 34:18 LBLA
Roto, indigno, muerto... Alcanzado por su gracia.
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