La gente no quiere leer, quiere haber leído
- Navegante Literario
- 29 nov 2023
- 2 Min. de lectura
De todas las frases propuestas, escritas, difundidas, repetidas y pocas veces comprendidas; "La gente no quiere leer, quiere haber leído" ha de ser mi favorita, no me cabe ninguna duda.

Esta frase, que alguna vez en su programa La venganza será terrible, proclamó el célebre escritor Alejandro Dolina (¿Célebre la frase o célebre el autor? Da igual, célebres) estoy seguro que es mi favorita porque es, de todas las que conozco, la única que me gustaría que fuese mía (La arrogancia gana terreno en el campo de juego). ¿Por qué? Porque resume y explica muy bien, y de forma muy sintética (de síntesis, no de pintura) la idiotez humana. Esa que muchas veces procuraba explicar con largos discursos, ejemplos, referencias, etc, etc, etc.
Obviamente habla de un promedial, a algunas personas les apasiona dedicar y sacrificar su esfuerzo por lograr su cometido, pero la gran mayoría no. ¿Quién quiere leer las 1500 páginas del Quijote? Si, con todas sus complejidades idiomáticas, la necesidad de seguir el hilo de la historia, comprender, entender, concentrarse. Nadie quiere dedicar sus noches de prime time para hacer un poco de lectura, y muchos de los que lo intentan se frustran luego de transcurrir 3 meses y notar que aún no llega ni a la mitad.
Pero si hay algo que le fascina a todos, que si en algún momento se encuentran en medio de una conversación sobre algunas de las hazañas del ingenioso hidalgo, poder inflar el pecho y decir "Yo lo leí", y así dársela de culto; y aún más le apasiona poder dar su opinión (La mayoría opina sin saber, imaginate si supieran).
¿A quién le interesa estar 6 meses yendo a clases de guitarra, que le salgan callos en los dedos, que le latigue la cara alguna cuerda rota (o varias)? A nadie le llama la atención ese proceso, pero todos quieren agarrar una guitarra y ser Luis Salinas o Jimi Hendrix. ¿Quién quiere sentarse a ver las casi 20 horas de las películas de Harry Potter (Jarri Pota)? La mayoría quiere saber de qué se trata y ser parte de alguna de esas comunidades de fánaticos que colleccionan varitas y tienen un sombrero seleccionador en su casa; pero se sientan a ver las películas y a la mitad de la segunda ya se aburren y se van. Mejor ver un resumen en YouTube.
Todos quieren poder opinar, tener algo para decir, ser interesantes, conocedores, cultos, sabiondos; pero ninguno quiere dedicarse a estudiar por horas, oír profesionales, escuchar diversas fuentes.
¿Sabés qué es lo contradictorio de todo esto? Que lo valioso en todas estas cosas no es el libro, no es el instrumento, no es la película; todo eso puede significar un conocimiento al menos interesante. Lo realmente valioso es la capacidad, tenacidad, constancia, perseverancia, disciplina (o cuanto adjetivo quieras darle) de hacer cualquiera de esas cosas.
Podríamos decir, nuevamente porcentuando, "Nadie quiere ir al gimnasio, todos quieren estar fitness"; la verdad es que el valor real de una persona no está ni en el gimnasio, ni en el cuerpo esbelto. El valor real de la persona está en la constancia y disciplina de cuidarse en la alimentación y seguir yendo al gimnasio todos los días, aunque siga teniendo la pancita.
Nuevamente el triunfo de la ignorancia.
Comments