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La mala voluntad de Dios

  • Foto del escritor: Navegante Literario
    Navegante Literario
  • 23 abr 2024
  • 2 Min. de lectura

La "mala" voluntad de Dios para tu vida, correspondida con el plan mayor de Dios sobre la humanidad, es lo mejor para vos; te guste o no te guste.



Puede no ser lo más fácil, ni lo más cómodo, ni lo más vistoso; pero es buena, agradable y perfecta.


Los resultados a largo plazo son la especialidad de un Dios paciente, que también sabe cómo corregir en un instante.


Pregúntale a Jonás si le gustó la voluntad de Dios, o a Sansón si no era mejor que el camino que tomó.


Que te diga Pablo cuando lo vivió, pero que también te cuente cuál etapa de su vida le dió más satisfacción.


La mala voluntad de Dios, esa misma que muchas veces decimos "que se haga su voluntad" cuando nos pensamos resignar ante una situación; es perfecta y debería tener siempre el primer lugar.


La mala voluntad de Dios es lo mejor que te puede pasar.

Saulo fue muy fervoroso para hacer la "voluntad" de Dios persiguiendo a los cristiano; hasta que un día ese Dios lo cruzó en el camino.

Cuando entendió su error, comenzó a hacer la real voluntad de Dios; ahora él era perseguido.


¿La diferencia? Primero seguía a su corazón, guiado por las convicciones de su mente; en la segunda ocasión se guió por Cristo.


La mala voluntad de Dios es querer que su propósito se alinee a nuestros planes; cuando debería ser al revés.

La mala voluntad de Dios es el común plan de resignación para posteriormente dejar que Él haga su voluntad, como si eso fuera algo malo; cuando debería ser al revés.


Muchas veces esperamos una Palabra de parte de Dios para ir a algún lugar, aunque hay palabras que no necesitan ser extraordinarias para ser suficientes, muchas veces las más simples pueden ser una caricia para el alma.


Dios llega a nosotros mediante aquellas palabas; ¿Cómo le conocemos nosotros a Él?

  1. Quien no ama a su hermano, al que ve, no puede amar a Dios; a quien no ve.

  2. Quien no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.


Tan simple y tan extraordinario como un abrazo en medio de la tempestad.


La posición de servicio puede no ser la más cómoda; pero es la forma de dejar ir por el desagüe la altanería, el propio "yo" y todo aquello que no contribuye a mi crecimiento personal.


Saber ponerle la etiqueta de prioridad a cada cosa y ubicarlas en su lugar de forma ordenada y equilibrada, para así evitar un desastre mayor a largo plazo.


Cuando el plan de Dios, aunque te disguste, sea tu primer plan; no habrá más discusiones. Si tu destino es Nínive, allá vas; se arrepientan, o no se arrepientan.


 
 
 

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