No vayas a la iglesia

No lo hagas, ¿Para qué? Toda la vida nos han forzado con la excusa de "no dejen de congregarse como algunos tienen por costumbre" y provocando así una iglesia llena de gente que solo está esperando a que termine la reunión para irse, pero su corazón está lejos totalmente de Dios.

Hay gente que a causa de esto ha ido a la iglesia de forma obligada toda su vida y jamás se han podido preguntar ¿Por qué voy a la iglesia? ¿Para qué me congrego? ¿Cuál es el sentido de todo esto?

Centenares de personas que están en la iglesia, asisten a cada reunión para evitar la sanción a causa de una falta, están en diferentes actividades de servicio trabajando; pero sus corazones están lejos de Dios.

Jamás estuvieron allí porque Dios lo es todo para sus vidas, sino porque el pastor los interrogaba o los padres los castigaban tras una ausencia.

¿Sabes qué? Si tenés la edad para elegir, no vayas ya.

Quedate en casa, preguntate ¿Cuál sería la razón para que vuelvas a ir? ¿Dónde ha estado Dios en tu vida? ¿Qué ha hecho por vos?

Desde ya te digo algo, Dios se va a presentar de una forma tan evidente que vas a volver corriendo, pero convencido de no irte nunca más.

No digo que vayas a hacerte un currículum por las escabrosas calles del mundo, pero descubrí y determiná por tu propia cuenta que seguir a Dios es la mejor decisión, que congregarse es totalmente necesario para la vida de un cristiano.

Pero ya no lo hagas obligado, a la fuerza, para complacer a alguien más. De nada sirve una iglesia llena de cristianos que están lejos de Dios, porque ese Dios fue una imposición o una obligación.

Lo realmente útil son los hijos de Dios, estén dónde estén.

Ese mismo texto "no dejen de congregarse" un par de versículos antes dice: Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe.

Cuando halles esa certidumbre vas a agradecer a quienes tanto te insistieron y te llevaron a las reuniones cuando no tenías ganas, vas a agradecer en algún momento haber estado por obligación y haber podido conocer la verdad para ahora poder guiar y ayudar a otros que padecen aquellas mismas situaciones.

De verdad te aconsejo, si estás yendo o has ido obligado, ya no vayas. Antes de continuar dirigite a Dios y encontralo para conocerlo de forma personal.