Tiempo fuera
- Navegante Literario
- 1 mar 2024
- 3 Min. de lectura
El hombre tiene dos grandes problemas en general, grandes enemigos que él mismo se ha impuesto: 1) Cree tener mucho tiempo, 2) Cree tener poco tiempo.

Primero hay que comprender que el tiempo no exite como tal, es un concepto que el hombre crea para poder darle sentido al transcurso de ciclos que comprenden los giros de la tierra sobre su propio eje, alrededor del sol, el transcurso de nacimiento, periodo de vida y perecer, las estaciones. Vivimos en una realidad ciclica, con períodos que comienzan, terminan y vuelven a comenzar desde un punto diferente.
Por esto es que digo que el hombre se ha constituido a sí mismo este enemigo, gran herramienta, pero enemigo cuando no se lo considera de la manera correcta.
Cree tener mucho tiempo
Vamos a poner como ejemplo a una misma persona, con un mismo estilo de vida, pero con dos concepciones diferentes; la primera de estas concepciones es que la vida promedio es de 80-90 años, y por tener 20 o 30 considera que le quedan al menos 50 años de vida para hacer todo lo que se ha propuesto.
Hay una famosos refrán que dice "No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy"; no quisiera ser trágico, pero realmente nadie puede fiarse del mañana. Muchas veces el hombre pospone indefinidamente grandes proyectos, como el de pedir perdón, perdonar, hacer una obra de bien, un trabajo, amar, buscar a Dios.
He llegado oír a personas decir "Hoy voy a vivir, cuando sea mayor y vaya esté cerca de morir voy a hacer estas cosas", algunas de ellas las he visto terminar sus días no mucho tiempo después en un accidente, asalto o enfermedad.
El hombre perece, entonces, por considerarse superior al tiempo mismo y todo lo que pueda suceder.
No se debe de ninguna manera vivir pensando que en cualquier momento puede pasar algo y dejar de hacer planes a largo plazo. Pero se debe ser consciente de que hay cosas primordiales en al vida, aquellas que pueden hacerse tan pronto sea posible y no vale para nada posponer.
Nadie tiene asegurado llegar al día siguiente, ni siquiera a la próxima media hora. No pierdas el tiempo, no procrastines las cosas importantes; trabaja, descansa, compartí y aprovechá el tiempo de la mejor manera; dejá de pelearte con los demás, de odiar, de intentar sobreponerte a los que te acompañan, sé lo mejor que puedas ser hoy.
2. Cree tener poco tiempo
Parece contradictorio, ¿Cómo es que uno de los problemas puede ser la antítesis del otro?
Pensalo así, podría decir que comer demasiado y no comer nada, ambas son un problema.
Resulta que el hombre considera a la vida como esos 80-90 años promedio, deja de considerar la eternidad posterior; dice la biblia que Dios ha puesto eternidad en el corazón del hombre (Eclesiastés 3:11).
Ésta vida, que comprendemos mediante el tiempo, que es transitada a lo largo de ciclos; cuando acaba es que transicionamos hacia la vida en la que el tiempo no existe como concepción de medida y ya no hay ciclos, sino que transitamos la eternidad.
Cuando el hombre no considera esa etapa como parte de su vida y únicamente se centra en los 80-90 años fisicos, entonces tiene el gran problema que la biblia también menciona en Mateo 6:19-21 "No traten de amontonar riquezas aquí en la tierra. Esas cosas se echan a perder o son destruidas por la polilla. Además, los ladrones pueden entrar y robarlas. Es mejor que amontonen riquezas en el cielo. Allí nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robar. Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón".
Entonces el hombre deja de prepararse para esa vida, porque cree que tiene poco tiempo. ¿Cómo se prepara para esa vida? Con pedir perdón, perdonar, hacer una obra de bien, un trabajo, amar, buscar a Dios; no procrastines las cosas importantes; trabaja, descansa, compartí y aprovechá el tiempo de la mejor manera; dejá de pelearte con los demás, de odiar, de intentar sobreponerte a los que te acompañan, sé lo mejor que puedas ser hoy.
El pasado ya no existe, es imposible volver; el futuro no existe, no hay certeza de que llegue; el presente es un momento tan ínfimo, que el momento en el que lo leíste ya quedó en el pasado. No hay certezas de que puedas terminar de leer esta nota.
Cuando ves la realidad de esta manera, la vida pareciera ser estar parado al borde de un abismo con los ojos vendados. Pero, bendito es el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia y nunca deja de dar fruto (Jeremías 17:7-8).
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